Las úlceras
por presión se define como cualquier área dañada en la piel y tejido subyacente
causado por una presión prolongada sobre un plano duro.
En
España la prevalencia es importante, siendo de un 8,91% en hospitales, 9,11% en
centros de atención primaria y 13% en residencias geriátricas.
Según la
evidencia y los distintos estudios la prevención es el método más eficaz para tratar el problema de las UPP,
para ello se distinguen cuatro áreas en la aplicación de este método:
-
Valoración
del riesgo de desarrollar una UPP
-
Cuidados
de la piel
-
Reducción
de la presión (con medidas generales, mediante el uso de superficies especiales
de manejo de la presión y locales, mediante apósito y otros materiales específicos.
-
Educación
En la
valoración sobre el riesgo de desarrollar una UPP en un paciente, se recomienda realizar
una evaluación en la primera toma de contacto con cada paciente que accede al
sistema sanitario, para poder identificar que medidas de prevención necesitan e
identificar los factores específicos que los ponen en esa situación de riesgo.
Una
escala de valoración del riesgo de desarrollar UPP es un instrumento que
determina una puntuación en función de los distintos parámetros considerados
como factores de riesgo. Así mismo sus objetivos son:
1. Identificar de manera precoz a los
pacientes que puedan presentar UPP en base a la presencia de factores de
riesgo.
2. Proporcionar un criterio objetivo para la
aplicación de medidas preventivas en función del nivel de riesgo.
3. Clasificar a los pacientes en función del
grado de riesgo, con fines de estudios epidemiológicos y/o de efectividad.
Una
revisión reciente encuentra cinco ventajas adicionales al uso de las escalas de
valoración del riesgo, ya que asegura la asignación eficiente y efectiva de
recursos preventivos limitados, sirve de soporte de las decisiones clínicas,
permite el ajuste de casos, en función del riesgo en estudios epidemiológicos,
facilita el desarrollo de protocolos de valoración del riesgo y sirve como
prueba en casos de litigios.
Una
escala de valoración debe pues, tener los siguientes requisitos:
-
Una
alta sensibilidad, definida como la habilidad de un test para identificar
correctamente a los pacientes que tienen la enfermedad o condición entre todos
los de riesgo.
-
Una
alta especificidad, definida como la habilidad del test para identificar
correctamente a los pacientes que no tienen la enfermedad o condición entre los
que no son de riesgo.
-
Un
buen valor predictivo: tanto positivo (cuántos de los pacientes con úlcera han
sido catalogados de riesgo entre el total que la desarrollan), como negativo
(cuántos pacientes sin úlcera han sido catalogados sin riesgo entre el total de
los que no lo han desarrollado.
-
Tiene
que ser de uso fácil.
-
Que
muestre criterios claros y definidos que eviten la variabilidad entre
interobservantes al máximo.
-
Aplicable
en los diferentes contextos asistenciales.
Para que
una escala pueda ser validada ha de demostrarse su eficacia en dos o más
trabajos.
ESCALAS DE VALORACIÓN VALIDADAS:
Escala
de Norton: Esta escala consta de 5 ítems, estado mental, incontinencia,
movilidad, actividad y estado físico y es una escala negativa, lo que significa
que a menor puntuación mayor riesgo de aparición de UPP, teniendo como valor máximo
16 puntos.
Escala
de Waterlow: Tras la revisión de los factores que intervienen en la etiología y
la patogénesis de las UPP, presentó una escala con seis subescalas (relacion
talla/peso, continencia, aspecto de la piel, movilidad, edad/sexo, apetito) y
cuatro categorías de otros factores de riesgo (malnutrición tisular, déficit
neurológico, cirugía y medicación.
Escala
de Braden: Consta de seis subescalas (percepción sensorial, exposición de la
piel a la humedad, actividad física, movilidad, nutrición, roce y peligro de
lesiones cutáneas). Los tres primeros subíndices miden factores relacionados
con la exposición a la presión intensa y prolongada, mientras que los otros
tres están en relación con la tolerancia de los tejidos a la misma.
Escala
EMINA: Tiene una buena definición operativa de términos, lo que hace que
disminuya la variabilidad entre interobservantes. Define el punto de corte en
cuatro, aunque otras investigaciones sugieren que para hospitales de media
estancia, el punto de corte sea de cinco.
Escala
de Cubbin-Jackson: Específica para pacientes críticos. Consta de 10 ítems en
total que puntúan de uno a cuatro la edad, peso, estado de la piel, estado
mental, movilidad, estado hemodinámica, respiración, nutrición, incontinencia e
higiene (es una escala de uso complejo).
Grupo nacional para el estudio y asesoramiento de úlceras por presión y heridas crónicas:
Bibliografía:
-
García
Fernández, F.P.; Pancorbo Hidalgo, P.L.; Soldevilla Ágreda, J.J.; Blasco García,
C. Escalas de valoración del riesgo de desarrollar úlceras por presión. Gerokomos.
2008; 19(3): 136-144. disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1134-928X2008000300005
No hay comentarios:
Publicar un comentario